El gobernador Rogelio abrió el 146° período de sesiones ordinarias de la Legislatura desde el Centro Provincial de Convenciones. Como se esperaba, el mandatario desarrolló una alocución donde hizo hincapié en lo que consideró son logros de su gestión, sin dejar de criticar el Estado en el que halló la administración cuando asumió en diciembre de 2023. En un discurso de casi dos horas, el exministro del Interior repasó lo realizado en materia legislativa e instó a que se avance en nuevas iniciativas tendientes a mejorar la calidad institucional de la provincia.
“Gracias por permitirnos poner luz y orden, dejarnos mostrar que estábamos para más. Gracias por el esfuerzo de décadas, que sentíamos que no valía la pena”, indicó Frigerio al inicio de su discurso. Y agregó: “El año pasado fue durísimo, pero sembramos y ahora estamos cosechando. Y seguimos plantando nuevas semillas”.
El mandatario aseguró haber puesto en marcha “reformas estructurales pendientes por décadas”. “Dimos un primer gran paso, quizás el más difícil. Demostramos que el cambio de rumbo es real y es para siempre. Rompimos nichos de corrupción y hay tolerancia cero para los vivos. Con la inercia, el abandono y el estancamiento, avanzando hacia el progreso”.
El gobernador detalló que, en menos de un año, se pasó de un déficit de 110 mil millones a tener equilibrio financiero: “Pasamos de no tener para pagar aguinaldos a un superávit primario. Hoy, a pesar de los contratiempos, somos un gobierno responsable, que no gasta más de lo que ingresa. Evitamos el default y redujimos el sotck de deuda externa. Estuvimos obligados a destinar casi 200 millones de dólares a pagarle a acreedores. En la coyuntura más difícil nos sacamos gran parte del lastre de encima”.
Frigerio dijo luego que se “ordenó” la obra pública, tras pagar una deuda de 30 mil millones de pesos a contratistas y reactivar el 100% de trabajos con recursos propios. “Cambiamos por completo el paradigma. No nos comprometemos a lo que no podemos. Trabajamos en un nuevo pliego y estamos mejorando el registro de proveedores y pusimos en marcha un nuevo sistema de redeterminación de precios”.
El titular del Poder Ejecutivo criticó la situación en la que halló Iosper y lo calificó como un “nicho de corrupción”, justificando su intervención. También ponderó sus políticas alrededor del “saneamiento” de la Caja de Jubilaciones: “Estamos poniendo sentido común para ahorrar y que suban los niveles de inversión, que hace décadas están bajos”.
El exministro del Interior no esquivó su plan para achicar el Estado a un tamaño “racional”, asegurando que no se han echado agentes, se han eliminado los contratos de obra y se harán concursos para acceder a Planta Permanente: “La única condición para ingresar es la idoneidad. Nunca más entrará alguien por ser militante, amigo o familiar de un funcionario de turno. Nunca más habrá estabilidad si no hay concurso, se terminan los amigos del poder. El Estado no puede ser una guarida, no es más un aguantadero de la política”.
Tras un repaso de sus políticas educativas, de Salud, en materia de desarrollo social, de viviendas y en seguridad, el mandatario destinó el último tramo de su discurso a la producción, la industria y la economía del conocimiento.
“Sembramos mucho con poco. Pronto cosecharemos más. No creamos grietas, abrimos surcos. Aún en tierra arrasada fuimos capaces de hacerlo como no se hacía por décadas. Estamos mejor que ayer y mañana estaremos mejor que hoy. Los invito a seguir escribiendo juntos el presente y el futuro”, finalizó el mandatario.