Un plenario de las comisiones de Ciencia y Tecnología y Presupuesto y Hacienda del Senado dio dictamen favorable al proyecto de ley, con media sanción de la Cámara de Diputados, que propone un incremento presupuestario progresivo para la ciencia y tecnología, hasta alcanzar el 1% del PBI en el año 2032.
Durante el debate, el oficialismo consideró a la iniciativa como una forma de reivindicar al sector que a partir de 2016, en la gestión de Mauricio Macri, vio severamente recortados sus fondos. En esa línea se expresó la senadora rionegrina Silvina García Larraburu (FdT) y titular de Comisión de Ciencia y Tecnología, al asegurar que se trata de “una ley muy esperada por todo el sector científico de nuestro país” que “permite otorgar mayor previsibilidad y el crecimiento del sistema”.
“Ningún modelo de desarrollo nacional puede prosperar sin ninguna inversión decidida en este sector”, remarcó y señaló que se está “cuadriplicando el presupuesto”, ya que este año la inversión será de “mil millones de dólares” y en 2032 de “cuatro mil millones de dólares”.
La oficialista expresó que “este es un reclamo histórico del sector”. “Nos está tocando atravesar esta feroz pandemia, pero más allá de esto también nuestro presidente desde el primer minuto recuperó el rango ministerial que tenía la cartera”, destacó.
Y agregó que “durante los gobiernos de Néstor y Cristina se creó el Ministerio, se repatriaron más de 1.200 investigadores, y creció de manera sostenida el presupuesto del área hasta alcanzar el 0,35% del PBI”, algo que “se discontinuó en el año 2016”. “Es el momento de abocar todos nuestros esfuerzos al sector. Con esta ley vuelve a ser la ciencia y tecnología una política de Estado”, completó.
Si bien durante la reunión de comisión la oposición destacó el proyecto también reparó en cuestiones como la distribución de los fondos , los controles sobre las áreas que recibirán el financiamiento y los cuáles serán los sectores prioritarios.
Por su parte, el chaqueño Víctor Zimmermann (UCR) valoró que “en este tiempo que tenemos muchas dificultades podamos debatir un proyecto de estas características”, que le da “previsibilidad y mayor presupuesto” al área. “Nuestro principal desafío es ver cómo podemos desarrollar las regiones”, observó y se preguntó sobre cómo se determinará la distribución de los fondos para cada una de las provincias, algo que “el proyecto no lo dice”.
El porteño Martín Lousteau (UCR) coincidió con Taiana en que “es cierto que la meta es modesta y también es cierto que es difícil la articulación con el sector privado”. Además, indicó que al no existir “una ley superior que garantice que se va a cumplir”, en el país “tenemos muchas leyes de presupuestos mínimos” que “no se terminan cumpliendo”.
Por eso, el legislador de Juntos por el Cambio opinó que “desde el punto de vista declarativo es muy importante, pero después hay que ver cómo lo llevamos a la práctica”. En ese sentido, resaltó que en el proyecto “no hablamos nunca de cuál es la productividad, de cuáles son los sectores prioritarios, no hablamos nunca en cuáles vamos a hacer hincapié para gastar, y no hablamos nunca de evaluación”.
Lousteau añadió que la iniciativa plantea “una carga excesiva sobre la institución Jefatura de Gabinete”, al autorizarla para las reasignaciones presupuestarias, lo que “le da menos certeza, menos tranquilidad y un rumbo menos claro a lo que estamos haciendo”.
Qué propone la iniciativa
El proyecto declara de “interés nacional el desarrollo del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de la República Argentina” y tiene por objeto “establecer el incremento progresivo y sostenido del presupuesto nacional destinado a la función ciencia y técnica, por su capacidad estratégica para el desarrollo económico, social y ambiental”.
Los fondos deberán destinarse para “promover la federalización del sistema científico-tecnológico”, así como “desarrollar y diversificar la matriz productiva mediante el impulso de políticas de innovación sustentable”.
También, “generar nuevos empleos de calidad”, promover “la formación de profesionales”, incrementar “la infraestructura y equipamiento”, y “propiciar la igualdad real y efectiva de la participación de las mujeres y la población LGTBI+ en todos los niveles y ámbitos del sistema científico-tecnológico”, entre otros objetivos.
La iniciativa prevé un aumento escalonado que será el siguiente: de 0,28% en 2021; 0,31% en 2022; 0,34% en 2023; 0,39% en 2024; 0,45% en 2025; 0,52% en 2026; 0,59% en 2027; 0,68% en 2028; 0,78% en 2029; 0,90% en 2030; 0,95% en 2031; y 1% en 2032.
Asimismo, se establece que “la asignación de recursos para la función ciencia y técnica del presupuesto nacional nunca será inferior, en términos absolutos, a la del presupuesto del año anterior”.
“Se establecerá una distribución de los fondos con criterio federal”, estipula el texto, al tiempo que “se promoverá una consolidación y crecimiento de los sistemas provinciales de ciencia y tecnología e innovación, a partir de la articulación con el Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECYT)”.
Del incremento otorgado anualmente, el 20% deberá repartirse entre todas las provincias y la Ciudad de Buenos Aires, y “aplicarse a proyectos que promuevan un desarrollo armónico de las regiones del país, poniendo énfasis en aquellas de menor desarrollo”.
El proyecto indica que el jefe de Gabinete tendrá que remitir anualmente “un informe respecto de la ejecución del presupuesto detallado por jurisdicciones y su grado de cumplimiento a las comisiones de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Cámara de Diputados, y Ciencia y Tecnología de la Cámara de Senadores del Honorable Congreso de la Nación, para su control y seguimiento”.
Finalmente, se señala que se podrán sancionar normas especificas para la participación del sector privado; y se invita a las provincias y a la Ciudad de Buenos Aires a adoptar medidas legislativas similares.