La intendenta de Paraná, Rosario Romero, envió al Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza que tiene como objetivo permitir nuevos usos en el Parque Nuevo, conocido también como Parque Varisco, reclasificándolo a la categoría de Reserva de Usos Múltiples.
Se trata de una idea que la jefa comunal ya había deslizado, y que se presentó formalmente en estos últimos días. En gestiones anteriores, los intentos de permitir nuevos usos del espacio encontraron resistencias, por lo que en esta ocasión habrá que ver cómo trabaja la Municipalidad con los actores de la sociedad civil que han puesto reparos a las iniciativas por darle mayor utilidad a este amplio sector de la capital entrerriana.
El proyecto de cuatro artículos al que accedió Bicameral propone clasificar al Parque Nuevo, que tiene una superficie superior a las 93 hectáreas, como "Reserva de Uso Múltiple", habilitándose de este modo nuevos usos en el marco de un Plan de Ordenamiento y Manejo Ambiental que deberá ser aprobado en un plazo no mayor a un año.
En los fundamentos, la iniciativa del Ejecutivo remarca que el Parque Nuevo es un reservorio de biodiversidad, con 134 especies de aves y 30 de reptiles y mamíferos, que conviven con un uso "mixto y activo" del espacio. Al mismo tiempo, se remarca que la denominación de ese sector como Parque Natural "ha conllevado importantes restricciones de uso y gestión".
Con la reclasificación, se permitiría ampliar el área para "actividades turísticas y de esparcimiento, siempre bajo una metodología social y ambiental no destructiva o degradativa de los sistemas".
La propuesta, remarcaron, "sigue el exitoso antecedente local del Islote Curupí, que al ser reclasificado como Reserva de Usos Múltiples, logró un acercamiento al ambiente isleño de manera ordenada y respetuosa, siendo un motor de explotación turística y recreativa para la ciudad".