El diputado nacional entrerriano Marcelo Casaretto (Frente de Todos) hizo un balance luego de la aprobación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el Congreso, y en ese marco buscó bajarle el tono a la interna del oficialismo.
"El Frente de Todos tiene distintas posiciones, todas respetables. Eso ya pasó. Cada uno tiene que hablar de sus posiciones políticas. La mía es de apoyo. Yo apoyo al Gobierno y al presidente. Naturalmente, hay otros que no tenían la misma postura. Pero la posición mayoritaria fue de apoyo", remarcó.
En una entrevista con El Canciller, Casaretto dijo que una ruptura en la coalición peronista sería muy negativa para todos los sectores del frente: "Si un diputado o senador quiere tener una posición testimonial, puede decir ‘voto como se me canta’. Pero el peronismo no nace para ser testimonial, nace como una opción de poder y de gobierno. Y si nosotros sacamos el 48% en 2019, el 33% en 2021 y hoy, con ese caudal, nos dividimos, ¿qué va a quedar? Un 20% para un lado y un 15% para el otro. Y ahí estaríamos en una situación de debilidad política muy fuerte".
"Sobre ese razonamiento, nosotros tenemos que mantener la unidad coordinando las políticas que la Argentina necesita. Después, yo no se si Alberto (Fernández) y Cristina (Kirchner) se hablan todos los días o no se hablan hace una semana. Eso me parece una cosa poco relevante", destacó.
A pesar de haberse diferenciado de Máximo Kirchner, espresidente del bloque que integra, Casaretto le bajó el tono a la discusión con La Cámpora: "Yo hablé en el recinto y Máximo no. Él escribió una carta y yo no. Cada uno se expresa de la manera que cree conveniente. Pero nos unen más cosas que las que no. Si vamos divididos le hacemos el juego a la derecha, a los conservadores y al poder económico".