Democracia en riesgo: una propuesta irresponsable de Milei

Por Manuel Aguirre (*)

En los últimos días, hemos sido testigos de una flagrante violación del imperio de la ley por parte de políticos que deberían ser los garantes de la democracia y el respeto a las instituciones. Y es que Javier Milei ha propuesto, sin ruborizarse, que el ministro de Economía retarde la presentación del presupuesto hasta después de las elecciones. ¿Qué pasa con la ley de Administración Financiera, que establece que el presupuesto debe ingresar a la Cámara de Diputados como máximo el 15 de septiembre próximo? ¿Eso no es importante?

Esta propuesta viene de alguien que es candidato a presidente de la Nación, pero que además es diputado nacional en ejercicio. Pareciera ser que se ha olvidado de que su función es precisamente representar al pueblo y garantizar que se cumplan las leyes. Pareciera ser qué a él y su partido no les importa esto y solo están dispuestos a violar la ley y a despreciar la democracia para alcanzar sus objetivos políticos.

Este tipo de propuestas no son nuevas en la política argentina. Hemos visto cómo los políticos utilizan la ley como un paño de cocina, twitteando y haciendo girar los datos para justificar sus propios intereses. Esta propuesta, disfrazada de estrategia política, es diferente y nos hace recordar los oscuros tiempos de la dictadura, cuando los golpes militares comenzaban con una violación del orden republicano. Es una llamada de atención que no podemos ignorar.

Esto es un ataque a la misma esencia de la democracia, la cual se basa en el respeto y en el principio de que todos somos iguales ante la ley. Cuando los políticos la comienzan a violar con impunidad, se establece un precedente peligroso. ¿Qué garantías tenemos de que no seguirán violando la ley en el futuro? ¿Qué garantías tenemos de que no se convertirán en una nueva dictadura?

Es hora de que los ciudadanos argentinos despierten y se den cuenta de lo que está en juego. Esto no es solo una cuestión de política, es una cuestión de principios y valores. La democracia no es una burocracia, es un sistema que se basa en el respeto a la ley y en la participación ciudadana. Si permitimos que los políticos violen la ley con impunidad, estamos poniendo en peligro la propia existencia de nuestra democracia.

Es hora de tomar partido. No podemos permitir que los políticos jueguen con la ley y con la democracia. Debemos exigir que se cumplan las leyes y que se respeten los principios de la democracia. Si no lo hacemos, seremos cómplices de la destrucción de nuestra democracia.

(*) Diputado nacional de Juntos por el Cambio
Publicado en Parlamentario