El país debe estar por encima de cualquier desencuentro

Por Gustavo Hein (*)

Esta semana nuestro espacio político fue protagonista por los fuertes cruces entre los dos candidatos presidenciales, mientras la sociedad argentina nos demanda exactamente lo contrario.

El escenario al que nos enfrentamos como país, sabemos, es muy complicado. Ya experimentamos la falta de reservas, la desocupación, el sentimiento de desesperanza y de incertidumbre, una alta pobreza y crisis social. Está claro que toda nuestra energía como dirigentes debe estar puesta en brindar soluciones a estos problemas y en garantizar un debate sano entre las diversas propuestas, desde la racionalidad y el respeto y siempre, pero siempre priorizando a los ciudadanos de nuestro país. Las mezquindades deben ser dejadas de lado y centrarnos en un proyecto de Nación que nos incluya a todos.

Este momento debe ser tomado como un verdadero punto de inflexión y caminar hacia un futuro, donde los verdaderos protagonistas del cambio sean los ciudadanos de nuestra República. Es increíble lo rápido que olvidamos, que hace algunos años, con mucha esperanza recorrimos juntos un camino nacional, un camino que construimos con mucho esfuerzo, sobre todo de aquellos que nos acompañaron con la ilusión de un cambio y que deseaban salir del sometimiento maniqueo y populista al que nos tiene acostumbrados el kirchnerismo.

Me sorprende mucho lo rápido que olvidan lo aprendido algunos dirigentes, que detrás de personalismos inexcusables, ponen en riesgo el futuro de un país y la unión de Juntos por el Cambio.

Todos tenemos ideas para transformar la realidad de nuestra gente y confiamos fuertemente en ellas; Juntos por el Cambio siempre ha sido un proyecto plural, pero de fuertes consensos internos. Pido por favor, que como dirigentes, demos el ejemplo, que no perdamos nuestra esencia, esa que nos llevó a construir una nueva alternativa para que millones de argentinos confiaran en nosotros y conducir honorablemente los destinos del país. Que los que trabajan, producen re invierten, sientan que sus líderes están a la altura de las circunstancias. No somos adversarios, jamás fuimos enemigos. No seamos parte de la decadencia política que tanto afirmamos condenar.

(*) Diputado nacional por Entre Ríos de Juntos por el Cambio.