Los resultados de las elecciones del pasado domingo generaron múltiples lecturas en el oficialismo entrerriano, pero con los datos finales sorprendió fundamentalmente el mal desempeño en Concordia, la “capital del peronismo” que cayó en manos de Juntos por Entre Ríos tras 40 años.
La feroz interna de las PASO dejó heridas profundas y la candidatura de Armando Gay no logró sintetizar las distintas propuestas que quedaron en el camino. Es difícil no pensar que, con una elección diferente en Concordia, el peronismo podía retener la provincia.
El gobernador Gustavo Bordet, oriundo de Concordia, hizo una lectura de esta situación y apuntó sin nombrar a los responsables de ese distrito: fundamentalmente el actual intendente Enrique Cresto, el candidato Armando Gay y el senador nacional Edgardo Kueider, quien apostó por esa candidatura.
Sobre los resultados electorales en los principales departamentos de la provincia, en diálogo con Debate Abierto Bordet sostuvo que “cada dirigente es responsable de su territorio, cada uno tendrá que dar su explicación”, y en ese marco dijo que “Concordia tiene que hacerse un profundo replanteo”.
“Estuvimos a 17 mil votos, tuvimos una gran campaña con Adán Bahl, pero no nos alcanzó para que sea gobernador. Sí tenemos mayoría en el Senado provincial. Tenemos intendentes, nuestra fuerza política está muy bien posicionada, seremos una oposición constructiva para que a Entre Ríos le vaya muy bien”, aseguró.
Finalmente, consideró que el peronismo deberá encaminarse a una renovación: “Hay que llamar a una renovación de autoridades partidarias. Ahora hay que dejar que pasen unos días después de las elecciones y en los primeros meses del año próximo convocar a un Congreso partidario. Hay dirigentes jóvenes que han ganado sus distritos, como en Paraná, Victoria, San José, son dirigentes muy valiosos, voy a estar trabajando para que en cuatro años un compañero o compañera sea gobernador nuevamente por nuestro sector”.