¿Por qué no se reglamenta la Ley de Enfermería?

El 27 de octubre de 2021 la Legislatura de Entre Ríos aprobó la Ley de Enfermería, un reclamo de larga data del sector que vino a regular las condiciones de trabajo de los enfermeros de toda la provincia. A la par, el texto reconoce su formación y su capacitación, mejorando su status como empleado sanitario y estableciendo el marco de la carrera de esa disciplina para el personal que realice actividades específicas en el ámbito del Ministerio de Salud. El régimen, además, determina el vínculo laboral entre el Estado y trabajadores, fijando disposiciones de ingreso, permanencia, promoción y egreso.

La ley, que tuvo su primera parada en el Senado y su sanción definitiva en la Cámara de Diputados, fue empujada especialmente por las organizaciones que nuclean a enfermeros, así como trabajadores autoconvocados y sindicatos. Fue celebrada como una victoria para un sector cuya relevancia fue puesta de manifiesto, nuevamente, con la pandemia.

El texto crea una Dirección de Enfermería en el Ministerio de Salud, para organizar y planificar los servicios del sector en los efectores entrerrianos; y fija una escalafón compuesto por cinco tramos: en el A, auxiliares de Enfermería; en el B, enfermeros; en el C, Licenciados en Enfermería; en el D, especialidades de Enfermería reconocidas con título de grado; y E, Magíster o Doctor en Enfermería.

El texto, en su artículo 17, crea una Comisión de Asesoramiento de la carrera, para evaluar los resultados de la ley, velar por su cumplimiento, proponer su reglamentación y asesorar sobre aspectos relacionados. Ese ente está compuesto por integrantes del Ministerio de Salud, de la Asociación de Enfermería y de los gremios. Y fue justamente la que, a fines de 2021, comenzó a reglamentar la norma. Para ello, había 180 días. Sin embargo, en los últimos meses, se registraron trabas en algunos apartados, especialmente en aquellos dedicados a lo económico, puntualmente en lo que hace a lo salarial. Como consecuencia, la Ley de Enfermería aún no se puede aplicar en su totalidad, y desde el sector reclaman mayor celeridad.

El artículo de la discordia es el 21. Allí, la norma establece los conceptos salariales, que son cuatro: asignación de la categoría; complemento mayor horario de enfermería; bonificaciones y compensaciones. Dentro del tercer punto se dispone el reconocimiento de antigüedad, función jerárquica, riesgo, horario atípico, zona desfavorable, full time, tipo de título -licenciado, especialista, magíster o doctor-, prolongación de jornada, guardia pasiva y responsabilidad profesional. Dentro del cuatro item, se compensa el traslado del agente; el traslado afuera de la provincia y el desarraigo en caso de función jerárquica. En otras palabras, se establece aquello que debe percibir un profesional sanitario por el trabajo realizado en sus diversas formas, dentro de un rubro dinámico y, en ocasiones, agotador.

“Sentimos y sospechamos que desde el Ministerio de Salud no hay intenciones de avanzar con la ley”, expresó a Bicameral, Mabel Varisco, integrante de la comisión que reglamenta la ley en representación de ATE. “Ya está todo reglamentado, sólo falta la decisión del Ministerio de Economía. Creemos que hay falta de compromiso político. Pedimos una audiencia hace tres meses y nunca tuvimos respuesta”, resaltó luego.

Carina Domínguez, de UPCN, señaló por su lado a este medio: “Se ha avanzado en varios puntos, vinculados a los concursos, a las condiciones laborales, al régimen de ingreos y a la capacitación. Pero falta el punto vinculado a lo económico. Nosotros reiteramos que es insostenible y que no sabemos por qué no se resuelve. La ministra de Salud no dio la cara y desconocemos las definiciones políticas“. Y agregó: “Los enfermeros no ocupan un lugar en la agenda del gobierno. Lo vemos con preocupación, porque vamos a llegar a fin de año sin respuestas para el sector y con una paritaria que se ha complicado sin llamado concreto para discutir el segundo semestre”.

La Ley de Enfermería, en total, cuenta con 68 artículos y uno de forma. Abarca no sólo el escalafón y lo salarial -demandas históricas- sino que también concursos, un régimen disciplinario y un régimen jubilatorio. Es una ley integral, que hoy aguarda su reglamentación definitiva para entrar en vigencia de forma completa.