Pretender que no haya discusión política en la universidad pública es no entender la institucionalidad democrática

Por Ramiro Pereira (*)

Se ha hablado en estos días de la Escuela Normal de Paraná respecto a los carteles colocados por agrupaciones políticas universitarias.

Por responsabilidad política, creo necesario llamar a las cosas por su nombre, lo que entiendo sirve para aportar racionalidad en tiempos de discursos polarizados, provenientes tanto de sectores oficialistas como de la oposición.

Debe señalarse que el edificio de la Escuela Normal es hoy de la Facultad de Humanidades de la UADER, universidad pública y autónoma, es decir, autogobernada por sus claustros. Pretender que no haya discusión política en la universidad pública es no entender la institucionalidad democrática, la cual precisa tanto del rigor científico como de la discusión y la libre expresión de ideas.

Por eso hay que llamar la atención a quienes se autodenominan “Juntos por el Cambio”, cuando en verdad se trata sólo de un espacio interno, el que usando ligeramente el nombre del conjunto del frente aparece negando este elemental principio jurídico e institucional de la democracia universitaria y del reformismo.

La República precisa de institucionalidad y mesura. Para ello las cosas deben hacerse con firmeza, cuando corresponda. Y con seriedad.

(*) Presidente del Comité Capital de la UCR