Convertir a la pandemia en una oportunidad para planificar el desarrollo, requiere de voluntad política

Luego de haber transitado estos años de pandemia, podemos observar que nos encontramos frente a un nuevo paradigma en lo que refiere a los nuevos modelos de producción, industria, comercio y servicios que condicionan el accionar de los actores privados, pero también de las administraciones públicas.

La transformación de los modelos de desarrollo es una demanda de urgente atención para la recuperación de las economías. En este marco los gobiernos deben promover la participación de todos los actores, públicos y privados, para definir pautas de trabajo consensuadas que garanticen mayor bienestar y sostenibilidad ambiental.

Se requieren políticas industriales que apunten a generar nuevos sectores estratégicos en las economías regionales y fortalecer las capacidades productivas existentes. Al mismo tiempo se debe avanzar hacia una mayor y mejor integración productiva, comercial y tecnológica que se nutra con aportes de actores relacionados con la investigación e innovación tecnológica

Las alianzas público-privadas son una potente herramienta para potenciar el crecimiento y el empleo, acompañado de una administración eficiente del gasto público que permita mejorar el desempeño estatal sin necesidad de incrementar sus fuentes de financiamiento con nuevos impuestos.

El nuevo paradigma de desarrollo implica pensar una economía más conectada, con mayor capacidad de resiliencia, sostenible con el medio ambiente y, sobre todo, centrada en la persona humana.