¿Qué podría ocurrir el día después de las PASO en Juntos por Entre Ríos?

Del cierre de listas hasta ahora, la interna de Juntos por Entre Ríos adquirió un tono belicoso que ninguno de los dos sectores esperaba para esta altura de la campaña. El germen de esta discordia está en la decisión del gobernador Gustavo Bordet se declarar la simultaneidad en las elecciones provinciales y nacionales, y no sólo por la irrupción de Javier Milei en el cuarto oscuro, sino porque obligó a alineamientos que tienen que ver con la dinámica nacional de Juntos por el Cambio y generó discordias que, de otro modo, no hubieran existido.

Sin candidato a Presidente propio, la Unión Cívica Radical (UCR) dejó a Pedro Galimberti a la intemperie, y las dos fórmulas nacionales del espacio le negaron el pegado, a pesar de que sus dos vices son radicales.

Como había ocurrido con la visita de Horacio Rodríguez Larreta a Paraná, este viernes Patricia Bullrich debió explicar en la capital entrerriana por qué se le negó al postulante radical la posibilidad de ir “con boleta larga”, brindándole igualdad de condiciones a la hora de competir. Si bien ninguna respuesta hubiera sido satisfactoria, lo que dijo la exministra de Seguridad cayó peor de lo esperado: “Tenemos todo el respeto por Galimberti, pero nos hubiera gustado que se sume”, dijo.

Esas declaraciones cayeron mal en el sector de Galimberti, y no se la dejaron pasar. Quien se encargó de responderle fue Ana D’Angelo, precandidata a vicegobernadora del sector. “Es un atrevimiento invitar a sumarse a Pedro Galimberti, dos veces intendente de Chajarí, diputado nacional, un dirigente que hace años recorre la provincia con una propuesta de cambio para Entre Ríos”, aseguró.

Sin embargo, Galimberti fue más incisivo y dio en el centro de las especulaciones que hoy por hoy realizan los equipos de campaña de Juntos por Entre Ríos: “Todos queremos ganar la provincia. Comparto eso con usted, pero el resultado es tan importante como el proceso. Con todo respeto, señora: ojalá que los votos de Entre Ríos Cambia le sobren y que no pase lo mismo que en Córdoba“, sugirió.

¿Qué podría pasar si los votos de Galimberti, tras una interna sangrienta, decidieran después de las PASO no migrar hacia Frigerio? Eso empezará a conocerse el 13 de agosto por la noche, cuando se vea qué tiene cada uno. Lo cierto es que esta elección no es la legislativa de 2021, y el candidato mejor posicionado no llegará seguramente sobrado a las elecciones de octubre.

A diferencia del peronismo, Juntos por Entre Ríos estableció una saludable integración de minorías, basada en los pisos que maneja el radicalismo. Pero, con boleta corta, resulta más improbable que Pedro Galimberti alcance el 25 por ciento dentro de la PASO y, así, podría no integrar sus precandidatos a legisladores de cara a la general. Surge aquí una paradoja: quien gana no cede ningún espacio, pero le resulta mucho más difícil sintetizar una propuesta con los derrotados y, de esa forma, sumar sus votos de cara a las elecciones generales. Es lo contrario a lo que sucedió en 2021, con los mismos protagonistas, en una interna que fue virtuosa y potenció al espacio.

¿Qué significaría, tal como dijo Galimberti tras el desaire de Bullrich, “ojalá que los votos de Entre Ríos Cambia le sobren”? En este caso, la noche de las PASO Frigerio debería tener, como candidato individual, más votos que Adán Bahl, quien llega con más aire porque no tiene competidor interno. Aquí se verá el valor de los votos de Entre Ríos Cambia y el esfuerzo que deberá hacer Frigerio por integrarlos de cara a las generales.