La decisión del gobernador Gustavo Bordet de unificar las elecciones en Entre Ríos podría suponer un obstáculo para Juntos por Entre Ríos. Desde las filas de la coalición opositora apostaban a una elección desdoblada, mucho más luego del acompañamiento de los dirigentes que responden a Rogelio Frigerio en la Legislatura al tratamiento exprés de la norma que modificó las fechas de comicios separados en territorio entrerriano, a fines de 2022. La iniciativa hacía prever una decisión consensuada con la alianza PRO-UCR de despegar el escenario local de la coyuntura nacional, algo que, a priori, beneficiaba a ambos. Al justicialismo, por la crisis económica que atraviesa el país, la incertidumbre económica y el malestar social producto de la inflación que deteriora día a día el poder adquisitivo; del lado de los cambiemitas, por la fuerte interna entre dirigentes nacionales, que si bien no estaba tan vigente el año pasado, terminó por explotar en los últimos días, luego de la decisión de Horacio Rodríguez Larreta de llamar a elecciones concurrentes, desatando la furia de, entre otros, Mauricio Macri.
Con esta determinación, el mandatario entrerriano apuesta a que el escenario económico en el corto plazo se enderece, en un claro gesto de lealtad a Sergio Massa. Es una apuesta riesgosa, que tiene como complemento la posibilidad de dificultarle las chances a Juntos por Entre Ríos. Por ende, puede tratarse también del final de aparente tregua entre el titular del Poder Ejecutivo y Rogelio Frigerio, máximo aspirante de la oposición a sucederlo en la Casa Gris.
¿Por qué esta determinación complica las chances de Juntos por Entre Ríos? Por varios motivos. Como primera medida, obliga a que los candidatos peguen con un postulante presidencial -hay al menos cinco en Juntos por el Cambio-, lo cual podría acarrerar sorpresas e incluso que las listas se “crucen” luego de las PASO, habida cuenta de que la coalición se rige por la Carta Orgánica de la UCR, que habilita la integración con un piso del 25% de acompañamientos adentro del paraguas. Por otro lado, empantana la figura de Frigerio, que queda relegado a la mitad de la boleta y traba las aspiraciones de dirigentes locales, que apostaban sus chances de ganar territorio a la buenas performance del exministro del Interior en la punta de la papeleta.
Por último, la decisión de Bordet incorpora al escenario local una figura que, hasta hoy, parecía lejana: la de Javier Milei. El dirigente de Libertad Avanza viene creciendo en su imagen y tenerlo en el cuarto oscuro le disputa el electorado a la opción de Juntos por Entre Ríos. Sabido es que no es lo mismo que un desconocido se postule para ser gobernador a que se presente con una figura fuerte al lado. Ahora, ese quiebre de votos podría ser fundamental para que el peronismo se juegue el todo por el todo para retener la Gobernación y no cortar la hegemonía justicialista en la provincia.